La Escuela Freudiana de Buenos Aires fue fundada el 28 de junio de 1974, llamándose freudiana, no sólo en reconocimiento a la deuda con el creador del psicoanálisis, sino también por recoger la enseñanza de Jacques Lacan que había surgido, en Francia, proponiendo un retorno a Freud.

Fue la primera escuela lacaniana en la Argentina que retomó tal propósito en respuesta a la constatación progresiva de la profunda desorientación que ganaba el ámbito de la institución internacional que Freud mismo había contribuido a crear.

En ella, la formación de los analistas se había degradado en una burocratización metódica que abrevaba en el análisis didáctico una pirámide de jerarquías acumuladoras de poder y alejadas más y más del valor ineludible de la transferencia y de la hipótesis fundamental del psicoanálisis: la existencia del inconsciente.

Quienes por entonces sostuvieron con su acto la fundación, habían recibido la propuesta de Oscar Massotta quien, a pesar de no abocarse a la práctica clínica del psicoanálisis, (su ámbito residía en las letras) supo leer el valor del mensaje lacaniano en un texto que recibió de las manos generosas de Enrique Pichon-Rivière y, a su vez, hacerlo pasar.

De esa manera, la Escuela se engendró apostando a la formación no burocrática ni piramidal de los analistas, y tal como el mismo Lacan había diseñado la suya en París, trazó los ejes de su estructura en la distinción entre grados y jerarquías. Para ello abrió y mantuvo especificidades no superpuestas: una Comisión Directiva que dirige la Escuela y dos Jurados de Nominación uno de ellos con el fin de investigar el fin del análisis dentro del dispositivo del pase y otro para nominar a aquellos que la Escuela les reconoce formación suficiente.

Disuelta la Escuela Freudiana de París, la Escuela Freudiana de Buenos Aires es la escuela lacaniana más antigua del mundo. En el curso de estos cuarenta y seis años ha habido escisiones, ramas y bifurcaciones del tronco original, y también se han fundado otras escuelas e instituciones que reconocen la enseñanza de Lacan, con muchas de las cuales la Escuela mantiene lazos de trabajo y fructífero intercambio.

Pero no sólo pasaron años desde aquel 28 de junio de 1974, en el camino se trazó una senda construida fiel a algunos rasgos distintivos, todos ellos dirigidos al avance ético del psicoanálisis y a la formación del analista. Desde el ámbito de enseñanza la Escuela, se ha propuesto estimular la producción y creatividad interrogando el saber en lo atinente a la verdad singular con fuerte convicción en el terreno del intercambio que, en tanto crítico y amplio, propicia y recrea el saber. La Escuela también ha hecho práctica de la interrogación de cada uno de los discursos circulantes en la cultura, el arte, las ciencias, la religión, la política, dejándose interrogar en el mismo acto por esos discursos. Sostuvo así el debate abierto con escritores, filósofos, pintores, escultores, grabadores en que interrogaba el saber constituido.

Por eso, la Escuela ha mantenido una biblioteca abierta a la comunidad. Con sostenida honestidad intelectual, en ella se pueden consultar todos los seminarios de Lacan en diferentes versiones que están disponibles para circulación interna. Tal posición fue tomada apostando a que los psicoanalistas se sitúen de acuerdo a los principios del psicoanálisis.

Alejarse de la iglesia y el ejército, cuyas derivaciones desplegó bien el texto de Freud, llevó a la Escuela a preferir la reunión entre analistas, forma donde la alteridad invita a renovar el pacto y la deuda que cada analista sostiene con el deseo. De tal modo y junto a otros, se creó la Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis, encuentro donde se testimonia en acto el valor de la palabra de cada uno y el cuestionamiento a cualquier apropiación de la verdad.

Renovando a su vez la multiplicidad de lazos entre los analistas, la Escuela Freudiana de Buenos Aires se encuentra también entre aquellas fundadoras de la Convergencia, Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano, a la que pertenecen más de 40 instituciones en el mundo, descreídas de cualquier internacional del psicoanálisis con sede y filiales cuyo eje se sostiene de un amo con súbditos, fieles o soldados que le obedecen.

La estructura actual de la Escuela continúa de forma dinámica con los lineamientos trazados en su Refundación acaecida el 3 de agosto de 1985 para la Dirección habiendo creado a lo largo de los años, nuevos espacios renovadores del pacto original con el psicoanálisis.

Desde 1987, funciona la Red de Enseñanza para la formación del analista con diversos Seminarios y Talleres de lectura, en los que se trabaja la articulación Freud-Lacan. Desde el año 2020 los seminarios son online, se cursan en forma virtual. También, se proponen Carteles y Grupos de Investigación.

En el 2003 se creó la Red Clínica, desde la cual la Escuela atiende consultas de la comunidad con honorarios regulados y también se ofrecen espacios de supervisión. Su apertura surgió como respuesta atenta al horizonte de nuestra contemporaneidad.

Desde su fundación, en el año 1974, la Escuela cuenta con una Revista seriada, llamada “Cuadernos Sigmund Freud” que alcanza en la actualidad 31 números.

En el 2006 se creó el newsletter de la EFBA que se relanzó en el año 2020. En el mismo se dan a conocer trabajos de los miembros de la Escuela ya publicados.

En el año 2003 se fundó la Editorial de la Escuela Freudiana de Buenos Aires con la intención de dar a conocer a nuestros colegas y a la comunidad en general, aquello que sus miembros producen en sus diferentes prácticas, la clínica, la teórica y la de Escuela

Cabe mencionar, por último, las clásicas Jornadas de la Escuela Freudiana de Buenos Aires, realizadas cada 2 años ininterrumpidamente en estos cuarenta y seis años haciendo Escuela. Su organización privilegia el encuentro y la convocatoria renovada de los miembros de la Escuela con otros analistas de la comunidad imprimiendo el sello de apertura que la caracteriza, fiel reflejo así mismo de interés sostenido en las múltiples actividades que enlazan el discurso del psicoanálisis al de la cultura misma.

Estas Jornadas se intercalan actualmente con las Jornadas de Carteles, donde estos dan a conocer los productos propios de cada integrante y ponen a cielo abierto sus crisis de trabajo.